El mercado de bitcoin estaba de estreno esta semana. Bakkt, una nueva plataforma de negociación de futuros, promovida por ICE, se estrenaba ayer en los mercados haciendo que la propia moneda redujera su cotización hasta los 9.000 dólares.
Pese a todo esto, el mundo del bitcoin es quizá la analogía de lo anterior. Es la forma de invertir como hasta ahora no se había visto, reportando unos beneficios que parecían imposibles en otros campos. Buen ejemplo son opciones como el hecho de que el código bitcoin ha conseguido incrementar los patrimonios personales de inversores en tiempo récord, algo que otro tipo de mercados de materias o incluso divisa no habían conseguido.
¿Por qué, si la moneda gozaba de un precio más alto, la llegada de la nueva plataforma la hizo temblar?
Lo primero que hay que entender es que Bakkt ha abierto sus puertas para que por ella entren inversores más tradicionales a los que el hecho de que pertenezca a un mercado federal regulado les da cierta confianza, algo que faltaba para poder considerar incluir en sus carteras este producto.
Con este nuevo escenario, donde los contratos forward (los de entrega, es decir, comprar o vender el activo en una fecha concreta y futura a un precio definido) se liquidarían ya en forma de bitcoin física.
Pese a que sobre papel todo son ventajas para las carteras que hasta ahora habían sido más reacios a entrar en la inversión crypto, el hecho también de que garantice y custodie los token de sus inversores hace que este tipo de mercado comience su apertura a la inversión institucional.
Para los poco afianzados en este tipo de lenguaje, el token es la clave de seguridad que evita de forma mucho más eficaz, en clave bancaria, cualquier tipo de fraude. Así, general una combinación de seis dígitos que identifica a cada usuario como titular del servicio financiero, y generará una clave adicional y en continuo cambio por transacción, lo que hace complicado duplicarlo. En definitiva, una seguridad que las empresas e instituciones públicas pueden ver con buenos ojos.
A la vista de los datos económicos que llegan de las principales economías, muchos inversores buscaron otro tipo de producto nuevo para apostar por él, convirtiendo a la criptomoneda en uno de los pilares de la nueva forma de entender la economía y haciendo que su precio creciese en cuestión de meses a casi el doble de su cotización a principios de año.
Tanto es aí que mientras que en abril se hablaba de un valor de 4000 dólares, hoy se habla de la cifra psicológica de 10.000 en el momento que el mercado asuma la nueva plataforma que llegó, porque la asumirá y seguirá su ascenso.
