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Cadena de frío, o como garantizar productos con todas sus propiedades intactas

La vida trascurre a un ritmo frenético, un día tras otro, una semana que finaliza un mes, y un mes que pone fin a un año que parecía que acababa de arrancar. Hoy son muy pocos los conscientes del tiempo, y también son una minoría aquellos que sienten curiosidad por aquello que les rodea, y solo ante una incómoda pregunta por parte de sus hijos a la que no hallan respuesta deciden investigar sobre esa cuestión. Y es que, poco o nada importa si se trata de una pequeña tienda de barrio o una enorme superficie comercial, el caso es que, para continuar con vida uno debe alimentarse, por lo que acudirá a su establecimiento comercial en busca de un sustento más que necesario, algo de lo más habitual, por otro lado. Pero, ¿cuántas personas realmente se han parado a pensar alguna vez en cómo han llegado todos esos productos a ese lugar? Pues la respuesta es que probablemente muy pocas, algo que continuaría de la misma manera si no fuera porque se hayan cerca unos pequeños ávidos de conocimiento, lo que le exigirá al adulto en cuestión agudizar su ingenio. Y es que, tal y como indican desde Van The Way, empresa líder en el sector de alquiler de vehículos refrigerados, “existe un enorme desconocimiento por parte de la sociedad en general sobre los productos que deben ser transportados en vehículos especialmente diseñados para mantener un rango de temperatura en su interior, así como de la importancia que tiene mantener la cadena de frío”.

Y es que, carnes, pescados, lácteos y todos aquellos alimentos que en una superficie comercial están en neveras han tenido que llegar a ese lugar a través de uno o varios medios de transporte refrigerados, pues esto del transporte de alimentos y de la cadena de frío no se limita exclusivamente al ámbito del transporte por carretera, aunque si que es cierto que la última de las distribuciones suele hacerse con camiones o furgonetas refrigeradas debido a que permiten moverse por las ciudades de forma más sencilla y rápida que empleando un vehículo de mayor tonelaje.

Pero, tal y como comentan desde Van The Way, “algo que muchas personas no saben es que existe también una amplia variedad de medicamentos que deben ser transportados en vehículos refrigerados. Sorprendiéndose enormemente cuando al acudir a su farmacia habitual para adquirir algún producto el farmacéutico u dependiente les aconseja guardarlo en la nevera de sus hogares”.

Mantener la cadena de frío en todos estos casos es importantísimo para lograr que ninguno de los productos transportados de este modo pierda las propiedades por las que cualquier consumidor está abonando un precio, precio que en ningún caso sería justo si careciera de ellas.