El comercio electrónico, curiosamente, ha sido la gran revolución del último año. Las restricciones la escasez de movimiento en las calles y las medidas sanitarias han obligado a dar el salto digital a cientos de miles de personas que se resistían a utilizar la red como canal de compras habitual.
«Es cierto que en la gente joven de hasta 30 años es un canal más que estabilizado. No solo tienes la versión online de la tienda de zapatillas o ropa favorita a tan solo un click. Ha sido, sin embargo, el target de entre 45-55 años el que ha descubierto esta nueva forma de consumo y, sin duda, ha llegado para quedarse» explican algunos expertos del sector.
Y es que, aunque había gran parte de los comercios más pequeños que se resistían a lo digital por mucho que se les aconsejara en el pasado que era el futuro, han visto cómo el 2020 ha cambiado por completo los hábitos preestablecidos y, para seguir vendiendo, es necesario aprovechar el tirón de las redes, de la web y del comercio electrónico.
¿Cómo será la tendencia de ventas este 2021?
Más allá de las restricciones impuestas que han vuelto, en algunas Comunidades Autónomas a cerrar grandes superficies y comercios no esenciales, se ha visto que la tendencia de hacer los pedidos online se ha consolidado en escasos meses lo que se esperaba que fuera haciéndose de forma paulatina en el próximo lustro.
El consumidor ha visto que, a cualquier hora y desde el sofá de casa, puede hacer la compra, encargar el regalo de su sobrino, pedir la cena y solicitar más datos de un producto que le interesa.
Y todo, sabiendo que lo recibirá en la puerta de casa, en la oficina o en el punto de recogida que le venga mejor. «El consumidor ha visto el poder que tiene delante de un dispositivo y la facilidad con la que puede recibir e incluso devolver los productos. Eso se ha quedado marcado y ya supuesto un antes y un después en la forma de ver las ventas online» comentan.
La seguridad de pago, además, es otra de las garantías que, desde las entidades bancarias con tarjetas prepago o desde plataformas intermediarias, han allanado aún más el terreno frente a las dudas. En realidad, el futuro es este.
