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La importancia de los regalos promocionales

Faltan pocos días para que, en Barcelona, arranque uno de los congresos más famosos: el Mobile World Congress.

Basta saber que el aeropuerto del Prat ha tenido que incrementar el número de vuelos para poder dar servicio a todos los viajeros que se reunirán entre el 25 y 28 de febrero en busca de las principales novedades tecnológicas que llegan desde las marcas más conocidas de telefonía e innovación digital.

Más allá de conocer todo lo que presentarán los directivos y las marcas en sus stands y charlas, también será un buen momento para valorar el verdadero impacto de los regalos de empresa cuando se ven por todo un congreso colgado del cuello, en las bolsas o incluso puestos.

Aunque para muchas compañías la idea de invertir en regalos promocionales les parece una pérdida de tiempo y un presupuesto malgastado, lo cierto es que no pueden estar más equivocados.

La sensación de pertenencia con las marcas llevando un presente a sus potenciales clientes o directamente a sus clientes es innegable. A todo el mundo le gusta recibir y, hoy en día, la oferta de productos que pueden llevar el logo corporativo se ha ampliado hasta hablar de la propia empresa más que de la promoción que pretende hacer de ellas.

Puertos USB, cascos inalambricos, camisetas, mochilas, gorras, pero también fundas para los dispositivos tecnológicos, lápices digitales o incluso en algunos casos baterías podrán ser solo algunos de los productos que se verán mover desde los distintos stands del MWC.

Pero también hay una nueva tendencia que pasa por recordar que, en muchos casos, una forma de destacar es a través de la unión con marcas ya reconocidas para que el diseño sea otro de los grandes identificadores.

Los regalo de marca son cada vez más habituales. En forma de cuadernos, anillos, abrecartas o incluso cuberterías, pasan a ser bastante más habituales en el uso cotidiano y hacen que así se esté, inconscientemente, recordando la marca cada vez que se ven. Este pequeño detalle, al final del año, se traduce en ventas.

¿Cómo? Por la fidelidad. No es lo mismo acercarse a una marca desde el pensamiento positivo que produce saberse agasajado por ella que acercarse a otra con la que la relación ha sido más fría. Un cliente agradecido trae hasta tres más por las recomendaciones y aprovechar ferias y congresos para conseguir esos altavoces es vital y un movimiento bastante inteligente desde el planteamiento de la estrategia de marketing.

Los complementos de moda han sido también un gran descubrimiento para las compañías porque, en un momento dado, pueden hacer que se pregunte por ellos y por extensión se acabe hablando de la marca.

Como se decía, esta próxima semana se verá cómo cierta parte del público portará orgulloso este tipo de regalos promocionales. Porque la mente humana, cuando se le regala, inconscientemente agradece y deposita ese recuerdo en una parte que luego puede acabar inclinando la balanza a la hora de realizar una decisión de compra. Los estudios y cifras que avalan esto demuestran, año tras año, que una acción así no falla nunca.